La aerotermia nos permite calentar nuestra vivienda de forma limpia, barata y sin depender de combustibles fósiles. Este sistema, que extrae la energía contenida en el aire, puede trabajar con temperaturas exteriores bajas (incluso bajo cero), transfiriendo calor a una habitación o al agua corriente para producir a.c.s (agua caliente sanitaria).
¿Qué es la aerotermia?
La aerotermia es un modelo de climatización basado en la extracción de la energía del aire que nos rodea. Para su funcionamiento utiliza bombas de calor de última generación que podríamos definir como “multiusos” porque aportan refrigeración en verano, calefacción en invierno y, si la instalación de aerotermia lo permite, agua caliente sanitaria durante todo el año.
A nivel energético la aerotermia se considera un sistema limpio. No requiere almacenar ni “quemar” ningún combustible, por lo que no genera residuos ni humos. Su instalación es sencilla (una fusión entre una instalación de aire acondicionado y una de fontanería), y sus costes de mantenimiento son bajos. Otra de sus ventajas es que puede conectarse a termostatos para una gestión y control de la climatización perfecta, aumentando su eficiencia energética.
Se estima que la bomba de calor de una instalación de aerotermia puede extraer hasta el 70% del calor contenido en el aire y que el sistema es capaz de lograr la temperatura perfecta para cualquier tipo de local o recinto tanto en invierno como en verano.
¿Cómo funciona la aerotermia? La bomba de calor aire-agua
El funcionamiento de la bomba de calor de una instalación de aerotermia es prácticamente el mismo que el de una bomba de calor de una instalación de aire acondicionado convencional, aunque en la aerotermia hablamos de una bomba aire-agua; y en el aire acondicionado de una bomba aire-aire.
En el primer caso, el sistema de basa en el traspaso de energía entre dos elementos: una unidad exterior que capta las calorías del aire y una unidad interior que las traspasa a un circuito de agua tipo “calefacción central” con un circuito radiante (radiadores o suelo radiante), o con una batería de agua que calienta el flujo de aire de fancoils.
Por su parte, el aire acondicionado extrae calor del exterior y lo transmite al interior de la vivienda. Los sistemas con tecnología Inverter (que son la gran mayoría), permite realizar el proceso contrario, es decir, refrigerar una estancia cogiendo el calor del interior y expulsándolo. Es lo que llamamos función frío-calor.
Puesto que la aerotermia capta energía del exterior gratuita el sistema puede calentar cualquier tipo de vivienda y el usuario paga únicamente por el consumo del compresor y del ventilador exterior (entre un 20 y un 45% del total del consumido). El resto de la energía proviene directamente del aire.
Este ahorro depende del COP (Coeficiente de eficiencia), un índice que relaciona el calentamiento o enfriamiento proporcionado por una bomba de calor y la electricidad consumida para su funcionamiento. Es decir, que mide el rendimiento del aparato. Las bombas de calor tienen un COP muy elevado y pueden producir más energía de la que consumen. Esto se debe a que se limitan a transportar la energía de un lugar a otro. Es decir, no la transforman.
Tipos de calefacción por aerotermia
Los equipos de aerotermia están diseñados para utilizarse en viviendas unifamiliares y en edificios medianos, y pueden combinarse con otros sistemas energéticos limpios (como las placas solares y las calderas) para obtener un mayor ahorro. Aunque pueden usarse como calefacción y como refrigeración, es en el primer uso donde realmente obtenemos el mayor rendimiento de la instalación, especialmente en zonas de temperaturas suaves e inviernos fríos.
Los diferentes sistemas de calefacción por aerotermia son:
Aerotermia por suelo radiante
Los sistemas de aerotermia pueden calentar el agua superando los 55 °C así que, a priori, son la mejor opción para calentar el suelo radiante. El único inconveniente es que la inversión en la instalación es algo más elevada.
Aerotermia con radiadores
Los radiadores de baja temperatura utilizados en las instalaciones de aerotermia son equipos parecidos a los radiadores convencionales, preparados para ofrecer las mismas prestaciones con temperaturas de agua inferiores. Convirtiéndose así en una alternativa al suelo radiante económica e igualmente funcional.
Aerotermia con fancoils
Un fancoil es un equipo que consta de un ventilador, un intercambiador de calor y un filtro. Los fancoils utilizan el agua como elemento refrigerante. Las unidades reciben el agua, caliente o fría, desde una caldera y la hacen circular por unos tubos o serpentines. Después, su ventilador integrado impulsa el aire y lo hace pasar por los tubos donde circula el agua, produciéndose así la termotransferencia que permite calentar o refrescar el ambiente.
Cada vez son más las personas que se decantan por las instalaciones de aerotermia a pesar de suponer una importante inversión inicial (que se compensa con el ahorro en electricidad a medio plazo), y de requerir espacio para la ubicación de la unidad exterior.
Su alta eficiencia energética y su bajo coste de explotación la convierten en una opción de climatización para el hogar cada vez más demandada.